El caso de la podóloga de Chivas se reabrió, y aunque no ha recibido ninguna notificación lo tiene molesto por como se ha manejado el caso en los medios de información, ya que afecta a su familia.
En el 2016, una podóloga que trabajaba en el Chivas acusó a La Volpe , entonces técnico del Guadalajara, de haberla acosado, lo que derivó en su salida del equipo.
“Me siento mal por la familia, notas amarillas, pero mal, porque hablan de hostigamiento, y quien pone eso debe de tener cuidado. Una cosa es que te acusen de acoso y otra de estupideces”.
En entrevista a Deportes W, La Volpe recordó lo que sucedió hace 2014: “La fecha de la causa fue un viernes y después pasaron 12 días, dejó que pasarán los partidos, que perdiera el partido de Pumas, le ganara Monterrey, a los doce días se presentó a la justicia. Yo tengo hijas, si pasa un día viernes que fue, no voy a dejar que pasen doce días para levantar el acta”.
El técnico argentino reitera que hubo muchas cosas raras en ese hecho: “Que muestre Chivas cuando firmo el finiquito, cuando lo hice no dice ni acoso, hubo una serie de palabras… No sé por qué se revive esto. La Volpe es mediático, es noticia. No sé… Lo vuelvo a repetir hay hecho.
Me cambiaron la firma del finiquito, yo no firmo nada que diga acoso. Yo firmé a las 2:34 de la tarde, 8 menos cuatro de la noche sale otra cosa, la demanda… Me hacen poner acción inadecuada que nada tiene que ver con lo que me acusaron después. No lo entiendo. Eso fue una mala acción”.
Seis años después, regresa el caso: “De repente se cierra, de repente aparece. Las pruebas ahí están. El finiquito, las hojas firmadas. Ahí está claro como actuaron, de qué manera me hicieron firmar una cosa y después no tiene nada que ver con lo que pusieron”.
Por el momento no pondrá a trabajar a sus abogados. “Hace seis años fui a declarar, pasé por el polígrafo, nada me dio gusto, pero di todos los pases que tenía que hacer. Yo estoy tranquilo, pero la familia lee estas cosas y a nadie le cae bien”.
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A tantos años de distancia, La Volpe sigue preguntándose muchas cosas: “A esa hora en las instalaciones de Verde Valle de Chivas, hay 100 gentes debe de haber 100 madres… Pudo haber salido la chica corriendo, gritando, pero no pasó nada.
En el expediente está, yo fui a probar eso, me habían dicho que masajeaba cuando era podóloga y cuando comprobé eso le dije que la iba a echar. Una podóloga no debe de estar masajeando… Ella misma me lo dice…”.
La mala relación con Jorge Vergara, en ese entonces dueño de las Chivas, fue clave: “Vergara ya me quería echar… Nunca me llevé con Vergara, que Dios lo tenga en su gloria, pero tuve muchas peleas con él cuando estuve en Selección… Pasó eso, me hacen jugar con Pumas… Y luego pasa…”.