En un juego en donde el equipo mexicano fue más que intrascendente e inoperante, lo que acabó de amargar la noche que casi terminó en tragedia deportiva, fue el grito de “ehhh, putooo”.
Ni siquiera se esperó a que se realizara un saque de meta. Ahora, cerca del final del juego, el portero Dale Eve, de Bermudas, sacó de manos, y fue ahí cuando apareció la acción ofensiva que estuvo prácticamente desaparecida en el 99 por ciento del juego.
Ahora habrá que esperar si la FIFA no toma esta acción como una falta grave (expresión homófoba) y empieza a aplicar los castigos extremos que penden sobre la Federación Mexicana de Futbol (FMF).
Cabe resaltar que la Liga MX, en conjunto con la FMF, ejecuta una campaña para evitar estas expresiones en los diversos partidos del balompié nacional, con advertencias de suspensión de partidos.