Por más que el presidente deportivo Santiago Baños y hasta que el técnico Miguel Herrera hubieran querido que Renato Ibarra se quedara con el América, para el propietario del club, Emilio Azcárraga, la decisión está tomada: el ecuatoriano ya no tiene cabida.
Azcárraga ve por la imagen del Nido de Coapa y los valores institucionales que profesa, razón por la que no quiere al volante, pese a que fue absuelto de los cargos de supuesta “tentativa de feminicidio y de aborto”, mas no de “violencia familiar”.
Con la postura más que clara por parte de Azcárraga , una de las preocupaciones en el seno de las Águilas son las pérdidas que dejaría la venta de los derechos federativos del jugador y que se vería afectada no sólo por la medida cautelar que debe cumplir Ibarra - terapia psicológica y acudir a firmar una vez por mes a los juzgados del Reclusorio Oriente-, sino por los estragos económicos que ha ocasionado la pandemia de coronavirus.
El América, que tiene abiertas las vías de comunicación para escuchar ofertas por Renato, ya hace cuentas de lo que mejor le conviene, aunque no con las ganancias esperadas, por el jugador que renovó contrato hasta el 2023.
El Cruz Azul ya tocó el timbre. De hecho, no tardó en hacerlo y no es la primera vez que lo hace, porque en la gestión de Ricardo Peláez ya hubo un tibio intento de pintarlo de celeste junto con su hermano Romario.
Aunque Peláez no es más directivo de La Máquina, la fórmula quedó en carpeta y no desagrada del todo al entrenador Robert Dante Siboldi , que cabe recordar que al dirigir al Santos Laguna y resultar campeón del Clausura 2018, uno de los proyectos en La Comarca para refrescar la plantilla era el fichaje de Renato.
¿Le conviene a Cruz Azul hacerse de los servicios de un atacante como Renato Ibarra, aunque la institución cementera ha presumido ser una entidad que también promueve valores familiares?
Aunque en La Noria estarían dispuestos a exponer sus valores para darle una oportunidad al ecuatoriano, no harían lo mismo con el dinero y en tiempos de coronavirus. El América pediría más de seis millones de dólares por el futbolista de 29 años de edad, mas la directiva cementera quiere al originario de Ambuquí por menos. Una devaluación que tiene pensativa a los de amarillo frente a los inconvenientes:
De entrada, no pueden venderlo al extranjero -ni lejos de la zona centro del país-, por la medida cautelar de pasar lista de asistencia al Reclusorio por unos cinco meses más.
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Además, entre las opciones que podrían facilitarle la vuelta a Ibarra se encuentra el Pachuca, de hecho, el mismo Renato ya manifestó a la directiva americanista que desea enrolarse lo más cercano a su hermano Romario, actualmente mediocampista de los Tuzos.
Incluso, ha trascendido que el todavía elemento de las Águilas ya buscó y cotizó vivienda en el mismo fraccionamiento donde habita Romario.
Para mala suerte del América y de Renato, la posibilidad cuelga de un hilo. Al menos, el conjunto de la Bella Airosa tendría las condiciones para negociar y salir mejor beneficiado, porque al igual que el Cruz Azul no pagarían lo que piden los capitalinos.
Pero hay una última alternativa que acomodaría los intereses en su lugar: un préstamo, para que las Águilas puedan cumplir el capricho del retorno y despedida de Rubens Sambueza.
Así la balanza entre cuidar el dinero o la moral institucional.
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