La tarde del 5 de marzo del 2022 siempre será recordada por la brutal trifulca que ocurrió en el en la que pseudoaficionados del Querétaro golpearon a seguidores del Atlas, que dejó un saldo de 26 heridos y una sanción de veto por un año para el recinto.

La Liga MX decidió expulsar por tres años a la barra de los Gallos Blancos y tomó la decisión que los grupos de animación de los equipos no asistirán cuando sus clubes jueguen como visitantes, todo esto para que exista mayor seguridad en los estadios y no poner en riesgo a los aficionados.

Uno de los asistentes que resaltaron más en el trágico suceso fue un padre de familia que aparece en una fotografía protegiendo a su esposa y sus dos pequeños hijos en las butacas de La Corregidora. Aficionado del Atlas y residente del estado de Guanajuato, hizo el viaje a Querétaro para pasar una tarde familiar, pero después se convirtió en una pesadilla.

Vestir los colores rojinegros significó un gran riesgo para este fiel seguidor y para sus hijos, ya que estuvieron a punto de ser agredidos por algunos queretanos. El miedo estuvo presente, pero esta familia espera pasar el trago amargo y poder volver a un estadio y apoyar a los “Zorros”, sintiéndose seguros.

“Realmente seguridad en todos los estadios la habíamos vivido, no me sentía inseguro al momento de pisar un estadio, porque donde quiera que íbamos había seguridad y yo creo que a partir de esto la seguridad va aumentar, la seguridad debe de haber. Es lo único que podríamos esperar y sabemos que vamos a pasar esto y vamos a pisar nuevamente un estadio, pero por el momento si se nos dificulta un poco hasta pasar este trago”, comentó a EL UNIVERSAL Deportes el aficionado que prefirió mantener el anonimato.

Dicho seguidor aceptó que el día que asistió a la casa del Querétaro había seguridad en las inmediaciones del recinto, pero en las tribunas había pocos elementos, “Al estadio entramos por la zona principal, había granaderos afuera, había seguridad en la entrada. En la parte de adentro no había nada, solamente había un granadero en la zona donde estábamos nosotros, entonces realmente sí se vio muy poca seguridad”, confirmó.

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