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Eran los primeros días de 1962. El año nuevo apenas comenzaba y los Pumas de la Universidad se frotaban las manos, porque estaban a un triunfo de ascender a la Primera División.
Era martes y el frío del invierno azotaba Ciudad Universitaria, el estadio lucía una mediana entrada, muchos estudiantes se pasaron de sus clases al estadio, porque el juego era importante.
Era por el ascenso.
Pumas, líder del torneo en Segunda, estaba a un triunfo de llevarse el título y la gloria de subir a la máxima división. El rival, el último lugar, ya condenado, el Cataluña de Torreón.
El juego fue de trámite. Marcador final de 5-1. El Universidad, bajo las órdenes de Octavio Vial, conseguía estar en el máximo circuito, honor que se le había negado por tres décadas.
Así inició una de las grandes historias del futbol mexicano.
Pumas se convirtió en uno de los grandes de México, debido a su filosofía de trabajo en fuerzas básicas, implementada por el italiano Renato Cesarini y gracias ala administración del ingeniero Guillermo Aguilar Álvarez. De ahí surgieron jugadores y técnicos que han llenado de alegrías al club y la Liga. El club Universidad ha ganado siete títulos de primera nacional. Fue el primer equipo en ganar un bicampeonato en torneos cortos y de sus filas surgió el máximo referente del futbol mexicano, el delantero Hugo Sánchez. Ahora, que se viven momentos de crisis, hay que recordar los buenos inicios de los felinos.