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El silencio rodea a los Pumas, que visitan a los Tigres después del fracaso y la bochornosa riña de Bruno Marioni en Ciudad Juárez.
Ningún directivo o el propio entrenador —sin contar la conferencia de prensa obligatoria al término de la derrota frente al FC Juárez— han querido hablar sobre la bronca del argentino del miércoles.
La mala imagen del timonel no fue del agrado de la directiva, que no ha comentado algo sobre el futuro de Marioni.
El argentino se mantiene por el momento en su puesto, pero tendrá que lidiar con un muy complicado cotejo frente a otros felinos.
Los Pumas no ganan en casa de los Tigres desde el Clausura 2014 (2-1) y, en las últimas siete visitas, simplemente han rescatado un empate.