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Fricción entre la directiva y aficionados de los Pumas, previo al partido contra el Guadalajara .
Durante todo el Guardianes 2020, el equipo le ha prometido a la barra ingresar una manta en las tribunas del estadio Olímpico Universitario, pero han dado largas. Este sábado, los felinos disputan su último juego como local en la fase regular y puede ser su última oportunidad para ver la manta azul y oro en la transmisión televisiva, ya que desconocen hasta cuándo volverán al recinto de piedra.
“No hay apoyo a la afición por parte del club”, declaró John García, uno de los líderes de la porra puma. “No queremos entrar al estadio, solo meter la bander de ‘Orgullo Azul y Oro’”.
De acuerdo con el artículo 77 del Reglamento de Competencia de la Liga MX, inciso F, se deben “aplicar los sistemas de seguridad idóneos para impedir a los aficionados, porras y Grupos de Animación la introducción a los estadios: [...] trapos, banderas monumentales aunque sólo contengan los colores y/o el logotipo del club, playeras, tendederos y/o mantas de todo género”.
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Por varios minutos, un puñado de seguidores dialogaron con Francisco de Dios, director de operaciones de los Pumas, sobre por qué no dejaban ingresar la manta. El trabajador del club les señaló que el equipo “no pagará alguna multa” y que apoyará a la Federación Mexicana de Futbol.
Se fracturó la relación.
“Puede ser que para la directiva o la Federación, sea solo un pinche trapo, pero para nosotros significa la vida, una hermandad y unión de mucho tiempo”, subrayó García.
La barra auriazul había organizado una reunión en las astas del recinto, con más de mil personas, pero fue cancelada ya que la Universidad Nacional Autónoma de México se comunicó con los líderes y solicitó no realizarla; sin embargo, este puñado se presentó para dialogar con la directiva sobre la manta y fue rechazado.
“Dicen que no hay dinero para pagar multas, pero ellos bien pagan las sanciones por las tarjetas amarillas, rojas u otras cosas que les conviene a ellos. Y es triste que un trapo que representa a la afición de Pumas, no lo dejen pasar”.
Los fanáticos abandonaron las inmediaciones de CU una hora antes del silbatazo inicial.
