La Ciudad de México está muy cerca del semáforo rojo por la pandemia del Covid-19 , se han anunciado más restricciones, pero ni eso ni que Pumas tenga que lograr una hazaña para avanzar a la final impidió a sus aficionados a recibirlos fuera del Olímpico de Ciudad Universitaria .
Mil, o quizá dos mil, una gran multitud se presentó justo en la zona de las banderas, detrás del pebetero, el sitio donde la Rebel se coloca dentro del estadio para apoyar al equipo, pero esta vez, desde afuera.
Niños, jóvenes, hasta personas de la tercera edad, todos reunidos para alentar a los Pumas que llegan con todo en contra para seguir en la pelea por el título.
Era obvio, sin sana distancia, sin cubrebocas, con cervezas, drogas y pirotecnia, así esperó la afición de los universitarios al club. Incluso hay quienes temen al virus, pero aseguran, morir felices de apoyar a los Pumas . "Sí nos da miedo el virus, si nos contagiamos pues nos morimos, pero nos morimos feliz de apoyar a pumas".
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La policía se quedó detrás de la barra, los de tránsito, los de la montada, los de seguridad. Mientras pasaban los minutos, más elementos llegaban, probablemente no se esperaban que tanta afición se reuniera para dar la bienvenida al estadio al equipo.
Sobre Insurgentes, planeado seguramente, algunos seguidores de Cruz Azul pasaban en sus vehículos, con banderas y gritos, de inmediato, los de Pumas los insultaban, mentadas de madres, chiflidos, pero al pendiente también de la llegada de su equipo.
Más tarde llegó La Máquina , después el autobús de Pumas . Ya en el interior, del camión bajaron los jugadores y junto a la barra cantaron el Goya .
La tarde caía, poco a poco se fueron retirando, como era de esperarse, Ciudad Universitaria quedó llena de basura, latas y botellas de cerveza y papeles. Mientras tanto, sus aficionados seguro en camino a ver el partido y soñar con la remontada que les permita estar en otra final.