Luego de sus reiterados chascos en busca de alzar el máximo título de clubes en Europa, el Paris Saint-Germain comprende muy bien que coleccionar figuras no garantiza el éxito.
Desde que el fondo soberano de inversión de Qatar tomó el control del club francés, hace más de una década, el PSG se ha transformado en una marca global que genera notables ingresos.
Año tras año, el título que tanto ambiciona, el de la Liga de Campeones , ha sido inalcanzable, aunque en 2020 estuvo a un paso de la gloria al perder ante el Bayern Munich en la final.
Tomando nota de la estrategia “galáctica” de la primera presidencia de Florentino Pérez en el Real Madrid, el club galo no ha renunciado al plan de reunir a lo más granado del futbol mundial.
Para eso se fichó a Lionel Messi, cuatro veces ganador de la Champions y que hace poco recibió su séptimo Balón de Oro.
Hasta ahora, lo del ex del Barcelona en París ha sido muy pálido. Pero el crack argentino puede cambiar el rumbo desde hoy, cuando los “nuevos ricos” reciban al Madrid en el Parque de los Príncipes, para abrir la eliminatoria en octavos de final.
“Son noches importantes. Leo está bien y puede transmitir muchas cosas de manera individual y en el rol con todo el equipo”, dijo el técnico del PSG, el también argentino Mauricio Pochettino.
El mano a mano entre Kylian Mbappé y su compatriota Karim Benzema quizá no se hará realidad en la ida.
El goleador entró en la convocatoria del Madrid , pero es duda debido a una lesión que le ha mantenido fuera de acción desde el mes pasado. Duro golpe para los Merengues.
El Gato aseguró que se ha recuperado bien y que la decisión sobre su disponibilidad dependerá de una última prueba.
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