Alejandro Domínguez
, presidente de la Conmebol condenó los hechos ocurridos a la llegada de Boca Juniors al Monumental de Núñez y que propició la suspensión del juego de vuelta de la final de la Copa Libertadores de América .
Domínguez responsabilizó a las autoridades civiles de los hechos suscitados y deslindó a la Confederación Sudamericana de cualquier culpa.
Calificó el día como "triste para el futbol sudamericano. CONMEBOL se solidariza con los jugadores, sus familias y todos los afectados.
Lo que debió ser un encuentro deportivo para vivir, disfrutar y compartir lo mejor del fútbol sudamericano se convirtió en una vergüenza".
De esta manera, " CONMEBOL condena los actos violentos y criminales que pusieron vidas en riesgo, atentaron contra el sustento de deportistas profesionales, afectaron a millones de aficionados de bien y avergonzaron a su club, su fútbol, su país y su continente".
De igual forma, el dirigente exigió a las autoridades civiles que hagan su trabajo: " CONMEBOL exige a las autoridades competentes acción inmediata y ofrece toda su colaboración para identificar, capturar y judicializar a los responsables. Estos hechos no pueden quedar impunes. A los responsables debe caerles todo el peso de la ley y el rechazo de la sociedad".
Llamó a los organismos involucrados, "a reforzar los protocolos y redoblar los esfuerzos para garantizar el orden público y la seguridad de los jugadores, cuerpos técnicos y aficionados en la final de este domingo".
Pidió que la final " se viva en paz, con respeto por el rival y mostrando la mejor cara de Sudamérica al mundo.
Invitamos a todos los aficionados que comparten los valores del juego limpio a expresarse con el HT #SudamericaQuiereFútbolEnPaz".