El Liverpool no pasó del empate a cero en el derbi de Merseyside en un encuentro que demostró la falta de ritmo de ambos equipos.
En su primer partido desde que fuera eliminado de la Liga de Campeones por el Atlético de Madrid, el Liverpool sufrió para crearle ocasiones al Everton y al final se tuvo que conformar con un empate.
Jürgen Klopp
dio la sorpresa al dejar en el banquillo a Mohamed Salah, para dar entrada a Takumi Minamino, y el Liverpool pagó la falta de pegada.
El partido fue muy insulso y con muy pocas ocasiones. De hecho, las más claras las tuvo el Everton, sobre todo en las botas del brasileño Richarlison.
El atacante dispuso de un buen disparo cruzado que sacó Alisson Becker en la primera parte y una cabalgada en la que se quedó sin ángulo en la segunda. Además, Alisson tuvo que sacar un remate de tacón de Dominic Calvert-Lewin a diez minutos del final y Tom Davies se encontró con el palo en el rechace.
El Everton llegó más fresco al final del encuentro y estuvo cerca de llevarse su primer triunfo en un derbi de Merseyside desde 2010.
Con el empate, el Liverpool deja su ventaja con el Manchester City en 23 puntos, pero los de Pep Guardiola cuentan con un partido menos que jugarán este lunes ante el Burnley.
Por su parte el Everton sigue duodécimo con 38 unidades, lejos de Europa, que le queda a ocho puntos