Ayer, en el entrenamiento del América , Agustín Marchesín fue informado que su pase al Porto está prácticamente arreglado. Saber que eran sus últimas horas de americanista lo pusieron sentimental, al grado del llanto. Sin embargo, el colombiano Mateus Uribe , otra manzana de la discordia del conjunto portugués, trabajó como si nada... Incluso se negó a dar autógrafos a una decena de niños que lo esperaban afuera de las instalaciones del club. Ni se inmutó por bajar el vidrio de su camioneta para atenderlos.
¿Será que el sentimiento azulcrema en Mateus no existe o realmente es un tipo que esconde sus emociones?
Por ahora son momentos complicados los que vive la negociación del Porto con el colombiano, razón por la que no se despide todavía.
Aunque se estima que por el mediocampista ofrecerán más de 10 millones de dólares, hay trabas porque Uribe no está de acuerdo con el salario que percibiría en Portugal, en la antesala de las competencias de Liga y Champions League.
Se espera que mañana, tanto Marche como Uribe, tomen el primer avión hacia el Viejo Continente, para concretar su fichaje como dragones y de inmediato ser dados de alta con la UEFA , para competir en la máxima justa europea a nivel de clubes.