Más allá de si los Tigres conocían o no que el Veracruz mostraría indiferencia durante los tres primeros minutos del partido efectuado en el estadio Luis de la Fuente , el árbitro Fernando Hernánde z -apegado a reglamento- debió suspender el cotejo al ver la actitud de los Tiburones Rojos.

El artículo 65 del reglamento de competencia faculta al silbante para suspender un juego si hay rebeldía de los futbolistas, entre otras actitudes, y esa indiferencia de los jarochos puede interpretarse así.

" Cuando un partido sea suspendido por falta de garantías, motivado por actitud antideportiva, rebeldía o cualquier situación ocasionada por jugadores, cuerpo técnico o directivos de algún club, y el hecho se encuentre reportado en el Informe arbitral y en el informe del Comisario, la Comisión Disciplinaria realizará la investigación correspondiente y aplicará, en su caso, las sanciones a que se hayan hecho acreedores los infractores, además de que el club al que pertenecen perderá el partido por 3-0 y, en lo relacionado a los goles anotados, se estará sujeto a lo dispuesto en el artículo 49 de este reglamento ", es lo que se lee en el artículo 65.

Es por eso que Hernández debió suspender el cotejo, reportarlo en la cédula y darle la victoria a los regiomontanos por 3-0.

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