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edgar.luna@eluniversal.com.mx
Hay un jugador que lo está haciendo bien en Europa. Es titular. Es defensor y su equipo es el menos goleado del campeonato. Pero no ha sido llamado a la Selección Nacional. Es Antonio Briseño, capitán del equipo mexicano Sub-17, quien ganó el título mundial en 2011.
Pero no, no piensa que esté vetado ni mucho menos del Tricolor, simplemente su momento “no ha llegado. La Selección vendrá sola, estoy seguro. Estoy contento en el Feirense y sí quiero estar en el equipo nacional debo seguir creciendo. Estuve en todos los procesos menores y me muero por regresar, pero hay que ir paso a paso”.
Salvo Hirving Lozano, es el mexicano, junto con Héctor Herrera, que más minutos tiene en este año futbolístico en una liga de Europa. El Chucky acumula 662, en tanto que Briseño y Herrera suman 630. Y aún así no lo llaman al Tri.
Briseño de 24 años, prefirió irse a Europa ganando menos dinero, pero con un contrato de mayor tiempo. “Allá [en México] me ofrecían un año, acá tres. En la liga mexicana no sabes si te mandarán al Ascenso, con esto de la facilidad que se le da al extranjero. Unas por otras. No sacrifiqué, gané…”.
Cruzar el océano Atlántico no fue el principal reto, sino ganarse la confianza del futbol portugués. “Aquí no se ve nada de futbol mexicano, no nos conocen. De mí sabían por el título Sub-17, pero nada más... Al inicio me costó, pero esta temporada me he sentido bien”.
El sueño del Pollo se cumple, su familia está feliz, es titular en el extranjero, sólo le falta una cosa, un llamado del Tri Mayor... “Pero sé esperar, esperar”.