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Cuántas veces no hemos escuchado el viejo cliché de que los “padres siempre quieren lo mejor para los hijos y que siempre tienen la razón”. Al menos para el pequeño Edoardo esto será una ley de vida por lo que experimentó hoy por la noche en Milán.
El padre de Edoardo envió un justificante al colegio avisando que este miércoles el niño no asistiría por acudir a una cita con la historia.
“ Informo que esta tarde Edoardo estará ausente ( escuela) por un compromiso histórico y cultural. Asistiremos a una página de la historia de Bergamo ”.
El recado era para notificar que al menos por este miércoles la escuela no era más importante como ir al partido de octavos de final de la Champions entre el Atalanta y el Valencia.
Debido a que el aforo de su estadio es de 16 mil personas, la directiva del Atalanta decidió jugar la Champions League en la mítica cancha de San Siro, donde cada partido miles de sus aficionados de Bérgamo se desplaza.
Aunque el viaje de ciudad a ciudad es de 60 kilómetros, la travesía obliga a varios de sus seguidores a suspender las actividades cotidianas. El padre atinó al presentimiento porque en San Siro, el modesto Atalanta consiguió un histórico resultados que los acerca a ser parte de los ocho mejores equipos de Europa.