Las rabietas de Guillermo Almada lo decían todo, su equipo ofreció muy poco en el Estadio Azteca, pero le alcanzó para salir con un empate.
fue mejor que Pachuca, pero esto es de goles y ahí las cosas finalizaron 1-1. La falta de contundencia le cobró factura a las Águilas, que tendrán que jugarse la vida en el torneo el domingo en el Estadio Hidalgo.
Federico Viñas tuvo una increíble falla frente a Oscar Ustari y el uruguayo estrelló el balón en el arquero de los Tuzos. Posteriormente, Luis Fuentes dejó a merced un balón a Diego Valdés, pero el chileno voló el esférico de manera inexplicable.
A pesar del buen primer tiempo de las Águilas, el resultado al descanso pudo ser adverso de no ser por Guillermo Ochoa, quien mantuvo su arco intacto con una soberbia atajada en una acción a balón parado.
América sabía el escenario
en el que estaba y en el segundo tiempo el ritmo siguió siendo de los azulcrema. Pachuca se mostró inoperante gran parte del encuentro.
La "justicia" en el marcador llegó al minuto 54 con un fortuito gol del América. Diego Valdés aprovechó un rebote de Oscar Ustari y con un disparo machucado hizo estallar a un pletórico Estadio Azteca.
América bajó el ritmo, cedió de más la pelota y lo pagó caro. Jorge Sánchez derribó dentro del área a Avilés Hurtado y tras revisar la jugada en el VAR, Jorge Pérez Durán decretó penalti para que Nico Ibáñez empatará el marcador.
El primer capítulo de la semifinal concluyó con un empate con sabor a victoria para los Tuzos, que el domingo podrán sellar su boleto a la final con un empate.
Fernando Ortiz, con la calma que lo caracteriza, se mostró estoico con el gol de su equipo, como con el penalti en contra. A esta historia le falta la segunda parte, pero América deberá mejorar su puntería si quiere mantener intacta la ilusión de su título 14. Las Águilas dejaron vivir al Pachuca.