Más de 20.000 espectadores. El rugby profesional celebró su gran regreso a la normalidad este sábado en Dunedin, al extremo sur de Nueva Zelanda , con un estadio lleno en el triunfo de los Otago Highlanders sobre los Waikato Chiefs.
En uno de los primeros partidos de un gran deporte que se disputa con público y sin restricciones desde el comienzo de la pandemia de coronavirus, a mediados de marzo, la fiesta fue total y contó con suspense: A un minuto del final, Bryn Gatland, que había entrado en juego poco antes, logró el drop de la victoria para los locales (28-27).
Este duelo inauguró el Super Rugby Aotearoa. La competición es una versión reducida del Súper Rugby en el cual se enfrentaban equipos de Nueva Zelanda, Sudáfrica, Australia, Argentina y Japón antes de la suspensión prematura en marzo debido a la epidemia de coronavirus.
El campeonato Súper Rugby Aotearoa será disputado solamente por los cinco equipos neozelandeses y sustituye temporalmente a la competición multinacional.
Muchas competiciones deportivas se han reanudado en el mundo entero, pero la mayoría lo hicieron a puerta cerrada, o con un número limitado de espectadores.
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En Dunedin los espectadores disfrutaron de volver al estadio. Nueva Zelanda tiene cinco millones de habitantes y ha sido puesto como ejemplo de la lucha contra el coronavirus, con solo 22 muertos. El lunes levantó las últimas restricciones.