Guillermo Ochoa

representa a todos esos personajes en la historia del americanismo que han tenido que convivir con la ecuación de amor-odio por el simple hecho de ser o haber sido parte de las Águilas ... y lo acepta.

Cuando sale al campo con el escudo del América deja de ser el héroe nacional de los últimos dos Mundiales, para convertirse en el blanco de críticas de todo tipo... y lo acepta como muchas otras cosas que sabe que acompañan la carrera de un futbolista profesional.

Lo único que por ahora no comparte es que el colectivo imaginario se alimente con la idea de que su regreso a Coapa no ha sido como esperaba.

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Por eso ataja ese balón con una frase contundente : “No me arrepiento, porque regresé al América”.

Memo sabe que su regreso al Nido ha sido complicado. En 12 partidos disputados, ha recibido 18 goles, y no fue sino hasta la jornada 15 (2-0 sobre el Puebla) que dejó su portería en cero. La parcialidad anti hacía uso de la estadística con alegría, mas Ochoa se tranquiliza al asegurar que “poco a poco tomo ritmo y me acoplo de nuevo a la Liga; estoy feliz de estar en el América y con ganas de pelear el campeonato”.

Para volver a México , el portero firmó un contrato hasta 2022, y por más que le insistan con buscar el regreso a Europa ahora que ya cuenta con el pasaporte comunitario, no da un paso atrás en la decisión de haber retornado.

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—¿Regresarías a Europa?

—Eso ya lo veremos más adelante, tengo un contrato de aquí hasta el Mundial de Qatar; tomé la decisión [de regresar] porque es el América, porque es un contrato a largo plazo y de momento de aquí al Mundial no nos movemos [con su familia] de México, ya veremos qué pasa después.

Llega el turno de hablar de la actualidad de las Águilas; Memo entiende que no es la que quisieran, ya que aunque están en zona de clasificación, saben que les ha faltado dominar y concretar en algunos partidos para evitar sufrir: “Hemos sido autocríticos y hemos analizado los juegos”.

Ochoa

cierra con un último pensamiento ante las críticas, elogios, eventos publicitarios, pero sobre todo exigencia... todo eso “viene
en el paquete de futbolista y lo tienes que saber manejar por más que las cosas te hayan salido bien o te hayan salido mal”.

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