" No iré a la puta Casa Blanca, ni creo que nos inviten ". Así contestó Megan Rapinoe , la capitana de la selección d e Estados Unidos en el Mundial Femenil de Futbol lo que ha desatado un escándalo más en el gobierno de Donald Trump.
En el 2016, Rapinoe se unió a las protestas de Colin Kapernick , exquaterback de los 49ers de San Francisco por la brutalidad policíacos y racismo que se vive en el país estadounidense.
" No puedo permanecer como si nada cuando hay gente en este país que tiene que lidiar con este tipo de cosas" , dijo en una entrevista en la que reconoció que ella no había sido afectada directamente por el problema.
La futbolista dejo de cantar el himno de los Estados Unidos y llevarse la mano al pecho en señal de protesta, lo que hizo que el presidente Trump criticara su actitud: " Poco apropiada ", dijo el mandatario.
Por eso cuando se le preguntó si estaba a lista para ir a la Casa Blanca después del Mundial, dónde la escuadra de las barras y las estrellas son amplias favoritas, no dudó en contesta: "No iré a la puta Casa Blanca ".