Gerardo Martino
parece distraído cuando llega al estadio Rommel Fernández. Lo único que le interesa es el celular del jefe de prensa de la Federación Mexicana de Futbol.
No es para menos. El Tricolor Sub-17 acaba de conseguir su boleto a la final del Mundial en Brasil. El entrenador del combinado absoluto está feliz. Nada borra su sonrisa, ni siquiera cuando habla del futbolista que hoy habita el ojo del huracán: Javier Hernández, ese que —según él—, no está castigado, aunque no ha hablado con él para explicarle su ausencia en las dos más recientes convocatorias, lo que sí ha hecho con otros.
“No [se encuentra sancionado el Chicharito], no está porque he optado por convocar a Raúl [Jiménez] y [José] Juan [Macías], quien dentro de la evolución que va teniendo está haciendo un buen trabajo. Pone en práctica todo y nos parece importante que convivan aquí jugadores grandes y jóvenes, y que Raúl pueda ayudar a su evolución”, ataja el Tata.
Las dudas tienen que ver con el liderazgo de Javier en la salida a un brunch con otros seleccionados durante la Fecha FIFA posterior a la Copa de Oro y con su actitud después, ya que el incidente costó el trabajo a un miembro del staff de logística de la FMF.
Desde entonces, Hernández no ha vuelto, mientras que Jiménez es pieza clave de Martino.
“En septiembre dije que el ‘9’ era Raúl y esto no ha cambiado. Me parece oportuno que conviva con Macías para que sea una buena alternativa a futuro en esto, que es la máxima competencia”.
Otro protagonista de esa polémica salida fue Miguel Layún, con quien el Tata sí ha hablado para externarle su ausencia.
“Miguel tenía la necesidad de hablar conmigo y hablamos el miércoles. Le expliqué que su no convocatoria se debía a que hay laterales en mejor forma y punto”.