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La no comparecencia del Napoli ante la Juventus de Turín, después de dos casos de covid-19 en el efectivo napolitano, podría costarle una derrota por 3-0 en los despachos, y abrió una nueva crisis en el futbol italiano.
A las 20:45 (tiempo local) hora de inicio del partido ratificada por las autoridades deportivas italianas, los jugadores de la Juventus estaban presentes, igual que los árbitros, e incluso un puñado de espectadores.
Pero faltaban los napolitanos, en aislamiento en sus casas por orden de las autoridades sanitarias de la región.
El partido fue oficialmente declarado terminado tras 45 minutos de ausencia constatada de los napolitanos. El resultado está ahora entre las manos del juez deportivo de la liga, que debe pronunciarse el martes.
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El club del sur de Italia aseguró que no había obtenido la autorización de las autoridades sanitarias locales para hacer el desplazamiento y pidió el aplazamiento del choque.
El exequipo de Diego Maradona es el primero en no presentarse a un partido mantenido, en época de coronavirus, en los cinco grandes campeonatos europeos. Hubo un caso de un equipo que no acudió a un partido de las rondas preliminares de la Liga de Campeones: el club kosovar Drita no pudo disputar su encuentro, por lo que perdió contra Linfield (Irlanda del Norte).
En virtud de las reglas adoptadas esta semana por las instancias deportivas, el Nápoles podría perder el partido por 3-0.
Según la liga italiana, el protocolo existente para los partidos de Serie A en el contexto de la pandemia de covid-19 habría debido permitir a Napoli poder jugar pese a dos casos positivos (los centrocampistas Eljif Elmas y Piotr Zielinski).
La Liga italiana adoptó esta semana las reglas de la UEFA que establecen que un partido puede disputarse en el momento en que un equipo disponga de 13 jugadores sanos, entre ellos un arquero.
Según dicho protocolo, un equipo que no pueda presentar el número de jugadores requerido perderá el partido.
Única excepción posible: si un club alberga un foco activo de covid-19 con más de diez nuevos casos positivos en una semana, podrá solicitar un aplazamiento, pero sólo una vez a lo largo de la temporada.
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Ese fue el caso del Génova, en el que 17 jugadores dieron positivo en una semana y cuyo partido previsto el sábado contra el Torino fue aplazado.
Pero, en opinión del Napoli, el protocolo sanitario deportivo entra en contradicción en ocasiones con las instrucciones sanitarias de las autoridades locales: así, sobre la base de un correo de la autoridad sanitaria de la región de Campania, el club presidido por Aurelio de Laurentiis, optó por no realizar el desplazamiento al otro extremo de Italia.
El pulso se antoja pues casi inevitable en los próximos días en torno a la interpretación de las reglas sanitarias, entre protocolos deportivo y locales, podría tener consecuencias de peso en lo que resta de temporada.
"De Laurentiis me envió un mensaje antes del partido para pedirme el aplazamiento. Yo le dije que la Juventus se atendría a las reglas", explicó a Sky Sport el presidente de la Juventus Andrea Agnelli.
"Nosotros tenemos protocolos claros. En caso de positividad los aplicamos", añadió, mientras que el club turinés también registró dos casos positivos, pero que no correspondían ni a jugadores y a miembros del cuerpo técnico.
En un comunicado este domingo por la noche, el comité científico encargado de asesorar al gobierno recordó que las autoridades sanitarias locales eran competentes sobre el seguimiento de casos de covid-19.
El ministro de Deportes Vincenzo Spadafora, por su parte, hizo un llamamiento a hacer "prevalecer el interés superior de la salud sobre toda otra lógica", un mensaje que prometió trasladar a los presidentes de la Federación y de la Liga, con los que se reunirá el lunes.
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El Nápoles pasó a una vigilancia reforzada desde el anuncio el lunes de casos en el Génova, que había sido su último rival.
Los jugadores podrían quedarse en cuarentena durante dos semanas, según los medios italianos. Aquellos futbolistas que debían unirse a sus selecciones para los partidos internacionales podrían no poder salir de Nápoles.