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En la última jugada del cuarto partido, los Rays de Tampa Bay dieron la vuelta, derrotaron 8-7 a los Dodgers e igualaron la Serie Mundial a dos triunfos por bando.
Cuando parecía que Los Ángeles se llevaría la victoria 7-6, un error de Chris Taylor, con dos outs en la parte baja de la novena entrada, significó la voltereta que garantizó un Juego 6.
Aunque se fue sin decisión, el mexicano Julio Urías tuvo una destacada apertura, que incluyó recetar nueve ponches y establecer así una nueva marca para un tricolor en un partido del Clásico de Otoño.
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La primera entrada empezó de la misma manera que el Juego 3: con un cuadrangular solitario de Justin Turner, que lo erigió como el máximo jonronero histórico de los Dodgers en postemporada (12).
En la tercera, Corey Seager inició su brillante noche y aumentó a dos la diferencia con otro bambinazo.
Cuando se pensaba que Urías podría tener una salida de antología, el cubano Randy Arozarena fue al plato e hizo historia: se convirtió en el primer pelotero de las Grandes Ligas en pegar nueve jonrones en una postemporada. Más tarde, también igualaría a Pablo Sandoval por la mayor cantidad de hits (26).
En la quinta alta, Max Muncy empujó la tercera carrera de los californianos, pero Hunter Renfroe acercó a Tampa con otro palo de cuatro esquinas, el segundo que se le apuntó al sinaloense.
El tricolor reaccionó y ponchó a dos rivales; sin embargo, el manager de Los Ángeles , Dave Roberts, le pidió la pelota ante la incredulidad de los asistentes al Globe Life Field y de millones al sur del Río Bravo.
El puertorriqueño Enrique Hernández puso el 4-2 en la sexta alta, pero, en la parte baja, Brandon Lowe disparó un cuadrangular que valió por tres y dio vuelta al pizarrón.
Tan pronto comenzó el séptimo episodio, Joc Peterson devolvió la ventaja a los Dodgers con una línea a la pradera de la derecha que remolcó a Corey Seager y a Justin Turner. Llegó la parte baja y Kevin Kiermaier se voló la barda para volver a empatar.
La tensión invadió Arlington en la octava entrada. Seager se paró frente a Nick Anderson y pegó un sencillo productor en favor de Chris Taylor que parecía haber decretado el fin.
Pero hay una razón por la que los Dodgers tienen 32 años sin ganar una Serie Mundial. Y hoy, tuvo nombre y apellido.
Chris Taylor cometió la única pifia del encuentro al no quedarse con una rola que Brett Phillips le conectó a Kenley Jansen. Entró así la del empate. El tiro a home no fue controlado por Will Smith y Arozarena, quien se había caído a la mitad del camino, se levantó y llegó a la registradora. Ganaron los Rays.