Días antes del clásico, la imponente figura de Carlos Miloc, el Tanque, se asomaba por donde entrenaban los Tigres.
La sola presencia del técnico, que hizo campeón en dos ocasiones a los felinos, paraba la práctica y tanto técnicos como jugadores iban hacia él a mostrarle respeto.
Hoy ya no es así, don Carlos falleció, pero su esposa, la Chola, como él le decía, no quiere romper esa tradición, doña Renné Angélica, viuda de Miloc, se presentó en el Universitario y todos le mostraron respeto.
“Seguro que lo está viendo desde allá arriba y seguro que les va a gritar muy duro, muy fuerte… y va a apoyar a sus Tigres”.
Doña Renné portaba un botón con la imagen de su marido. Los jugadores y cuerpo técnico de los Tigres la recibieron con mucho cariño, “me vieron y me abrazaron. Les conmueve verme… Yo les desee suerte”.
Asegura que durante esta final, “la gente va a estar muy contenta... el domingo, quién sabe cuánta lo siga estando”, dice y ríe, como si don Carlos hablara por ella”.