La Federación Mexicana de Futbol (FMF) debería estar más preocupada por concientizar la homofobia que por los castigos impuestos por parte la FIFA por el grito discriminatorio, fue la idea en común de asistentes en la marcha del Orgullo LGBT+.
“Lo triste es que tengan más miedo al castigo que hacer las cosas por la razón correcta”, comenta José Ramón, presente en Paseo de la Reforma. La mayoría de las campañas realizadas por la FMF se basan en comunicarle al aficionado que, en caso de seguir con el grito homofóbico en los estadios, la Selección Naciona l puede quedar fuera del Mundial, sin profundizar la razón del porqué está mal expresarlo.
Aunque para una generación, la palabra “puto” no es un insulto directo, por las diversas connotaciones que ha adquirido recientemente, sí existe una carga histórica y cultural hacia la comunidad homosexual.
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“Sí es una ofensa, no es tolerable, y están bien los castigos que ha recibido la Federación. México es un país donde el futbol predomina bastante, entonces no se me hace creíble que hagan [estas campañas]”, añade Daniel.
“Culturalmente, México
no está preparado para decir ‘puto’ en la sociedad. Es bien sabido que en el deporte la cultura homofóbica es alta. Si tu equipo va perdiendo, es muy fácil insultar al rival por ‘puto’, ‘joto’ o ‘maricón’… es la simple intención de usar la homosexualidad como insulto”, subraya Antonio.
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Otros argumentan no tomarse a pecho las expresiones en los estadios, aunque “alguien puede decir que ya no se usa para insultar a un hombre gay, porque el significado es muy ambiguo, pero al decir la misma palabra para un gay y un cobarde, ahí existe un problema”, argumenta José Ramón.
“A veces, los heterosexuales no conocen la carga social; lo usan de burla y para hacer sentir menos a los demás. Más allá de las amenazas, [la FMF] debería buscar la manera de generar conciencia”, cierra Marco.