Justo cuando los jugadores del se insinuaban como posibles campeones, acabaron ofreciendo su peor actuación de la temporada para perder ante el peor equipo de la liga inglesa.

La derrota 2-1 ante el colista Sheffield United el miércoles no solo le impidió al United volver a la cima de la Liga Premier a expensas de su vecino Manchester City.

También desvirtuó todo lo bueno que el equipo de Ole Gunnar Solskjaer había logrado en meses recientes, poniendo en evidencia las deficiencias de una plantilla corta y una frágil defensa tras 90 alarmantes minutos en Old Trafford.

Súbitamente, el Man City es el que el marca el paso en la fluctuante lucha por el título. El City lidera con un punto de ventaja al United y además tiene un partido pendiente.

Una serie de despistes defensivos propiciaron el gol a los 74 minutos que le dio la victoria a Sheffield United, obra de Oliver Burke. El mismo tiempo le inyectó más emoción a la pugna por el descenso.

Fue la segunda victoria en tres partidos para los dirigidos por Chris Wilder. Sheffield United debió esperar hasta el 12 de enero para su primera victoria de la temporada, al vencer a Newcastle. Se enfilaban a una de las calamitosas en los 29 años de historia de la Premier.

Ahora mismo, la brecha que les separa de la salvación es de apenas 10 puntos.

El primer partido de Thomas Tuchel como técnico de Chelsea acabó con un empate 0-0 en casa ante Wolverhampton, mientras que Burnley remontó dos veces para doblegar 3-2 a Aston Villa.

Un garrafal fallo del arquero Jordan Pickford le permitió a Leicester marcar el gol en el segundo tiempo para llevarse un empate 1-1 de visita a Everton, tanto que Brighton y Fulham empataron 0-0.

Tuchel fue contratado el martes en reemplazo del despedido Frank Lampard, y el alemán apenas pudo dirigir un entrenamiento para impartir sus métodos.

No titubeó en patear el tablero táctico de Lampard y presentó una formación 3-4-2-1, dándole más alas a un fútbol de posesión. Pero los Wolves se plantaron firmes en el fondo y resultaron ser un rival demasiado tenaz en Stamford Bridge.

El punto permitió a Chelsea escalar a la octava plaza, pero el resultado puso en evidencia el reto que afronta Tuchel en tratar de meter al equipo dentro de los cuatro primeros para clasificarse a la Liga de Campeones de la próxima temporada, el requisito mínimo que se exige en el club propiedad del multimillonario ruso Roman Abramovich.

Entre las novedades de Tuchel, el extremo Callum Hudson-Odoi pasó a jugar como lateral y colocó a dos volantes creativos — Kai Havertz y Hakim Ziyech — por detrás de Olivier Giroud, el solitario hombre en punta.

Timo Werner no fue titular, como fue la tónica en los últimos días del ciclo Lampard. El delantero alemana fue acompañado en la banca por el volante Mason Mount y el extremo estadounidense Christian Pulisic. Aunque eventualmente Mount y Pulisic ingresaron como sustitutos, Werner se quedó sentado.

Chelsea monopolizó la posesión — de 86% a su favor en el primer cuarto de hora y de 79% al final del partido — pero no supo perforar la bien poblada defensa de los Wolves.

De hecho, los visitantes estuvieron más cerca del gol cuando Pedro Neto incursionó dentro del área y elevó el balón por encima del arquero Edouard Mendy, pero el disparo fue repelido por el travesaño.

Chelsea apenas ha ganado dos de sus últimos nueve partidos.

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