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Adalid Maganda llegará hasta las últimas consecuencias sin importar que tenga que recurrir a FIFA para resolver lo que calificó como un acto de racismo, tras su despido del arbitraje en el futbol mexicano.
A su llegada la Ciudad de México, el silbante afirmó que si no había denunciado antes fue por temor a las represalias, “pero ahora voy a llegar a las últimas instancias, con los derechos humanos y si es necesario llegar a FIFA, vamos a llegar a FIFA”.
Seguro de que su batalla contra quienes resulten responsables tiene buen sustento, Maganda asistirá hoy a las oficinas del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), junto a su asesor Wilmer Metelus, activista afromexicano que lo ha apoyado desde 2015, luego de ser víctima de otro capítulo de racismo, en un partido de Copa entre Atlante y Pachuca, en los vestuarios del estadio Andrés Quintana Roo.
“Hago un llamado para que haya sanción e intervención inmediata del Conapred. También un llamado de solidaridad con Adalid por parte de los árbitros y de los futbolistas”, puntualizó Metelus.
Después de que le fuera informado por parte de Arturo Brizio (presidente de la Comisión de Arbitraje) y Jorge Gasso (asesor de árbitros) que quedaba fuera del gremio, el silbante nacido en Guerrero denunció en entrevista para EL UNIVERSAL Deportes que los directivos lo insultaron en diversas ocasiones con palabras como “pin... negro” o “regrésate a tu pueblo”.
Adalid aseguró que los problemas comenzaron a crecer desde la llegada de Brizio a la comisión.
“Eso se viene arrastrando desde que llegó el señor Arturo Brizio al cargo, es muy elitistas, primero no quería ni darme la mano, y ahora viene esto”, mencionó Maganda, quien buscará justicia.