Más Información
De Diconsa a “Tiendas Bienestar para generar felicidad”; ¿qué productos se venderán a partir de 2025?
Senadores alistan sesiones en estado de la Frontera Norte; realizarán audiencias públicas para conocer problemáticas locales
Noviembre inicia con 88 homicidios; Guanajuato, Guerrero y Jalisco, de los estados con mayor incidencia
Reforma judicial: JUDEF y estudiantes convocan a marcha; será cuando se discuta proyecto del ministro González Alcántara
Acostumbrados e indiferentes, se han vuelto los porteros de la Liga MX frente al grito que reciben cada vez que despejan el balón desde el área chica.
Más allá de un insulto, los guardametas se han adaptado a la exclamación del público. Algunos aseguran que no lo escuchan y otros lo usan como motivación para jugar mejor.
“No me provoca nada,
ni para bien o para mal. Uno está tan enfocado en el partido que no presto atención de lo que sucede fuera del campo de juego”, comenta Sebastián Sosa, meta del Morelia.
“Comprendo que es parte del show que vive la gente en la tribuna. No tengo algún inconveniente, ya sea ese grito o cualquier tipo de insulto”, agrega el uruguayo.
Para Gil Alcalá , del Querétaro, esa palabra se utiliza en varios contextos en el país y será complicado que puedan controlar las palabras de los aficionados dentro de un estadio; más cuando se sienten efusivos, contentos o enojados.
“Sin embargo, no es un tema que nos corresponde directamente a los jugadores hasta que esto conlleva a una sanción para el equipo, porque al final es una regla y tenemos que cumplirla”, sugiere el arquero de los Gallos Blancos.
“Creo todos podemos ayudar a que no sancionen a la Federación Mexicana de Futbol”, subraya, sobre los posibles castigos que recibiría por parte de la FIFA si los gritos continúan en el balompié nacional.
Los más jóvenes, como Sebastián Jurado y Luis Ángel Malagón , porteros de la Selección Mexicana Sub-22, crecieron con el adjetivo en sus oídos cada vez que disputaban un duelo fuera de casa.
“Es parte del ambiente futbolero
desde hace años, no hay que tomarlo como algo personal. Crecí con el grito, entonces no es como que me acostumbré porque siempre lo escuché. En lo personal, no me molesto, pero pienso que sí debe de tratarse lo más pronto posible porque hay personas que sí se sienten ofendidos”, opinó el del Veracruz.
“Uno como portero joven, crece con ese grito, lamentablemente. Se ha vuelto divertido y gracioso, porque juegas con la afición contraria . Hasta cierto punto, te da risa. Puede estar complicado que se quite, pero si genera problemas, debe de tratarse”, añadió el canterano de los Monarcas.