Los Cowboys
deberían sentirse responsables por la salud mental de sus aficionados.
Una semana les hacen creer que son un conjunto de Super Bowl y unos cuantos domingos después los llevan a la época medievial pidiendo la cabeza del coach Jason Garret.
Por fortuna para los seguidores del Equipo de América, la semana volverá a tener el brillo de la estrella solitaria al subirse de nuevo al caballo del triunfo tras derrotar 37-10 a los Eagles . El equipo texano dejó el AT&T Stadium como líder del Este de la Nacional.
La sonrisa para Dallas fue producida en gran medida al puñado de jugadores que volvieron a ponerse el casco como: el receptor Amari Cooper, el tackle izquierdo Tyron Smith y el tackle derecho La’el Collins.
Anoche, Dak Prescott se convirtió en el quarterback con más anotaciones (21) por tierra para los Cowboys.
Aunque el verdadero espectáculo en la Semana 7 lo dieron otros quarterbacks.
Aaron Rodgers
pasó para 429 yardas con cinco touchdowns, incluido el 350 de su carrera, para ser el jugador que más rápido alcanza esta cifra (172 juegos).
El hombre de los Packers s erá el mejor jugador ofensivo de la semana.
Rodgers
tiene 22 partidos con al menos cuatro pases a las diagonales, superando al miembro del Salón de la Fama del Fútbol Profesional Dan Marino, por el quinto lugar en la historia de la NFL.
Lamar Jackson
, de los Ravens, l anzó 143 yardas y corrió para 116 yardas con un touchdown. Jackson, tiene 576 yardas por tierra este año y tuvo 695 yardas como novato en 2018, es el segundo quarterback en la historia de la NFL con al menos 500 yardas por tierra en cada una de sus primeras dos temporadas.
El estado de ánimo en Dallas es tan grande como todo Texas, p orque ahí es todo más grande.