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Era 26 de mayo de 2013 cuando La Máquina tenía una ventaja global de 2-0 sobre el América en la final.
Los celestes se dejaron empatar en los últimos minutos con goles agónicos, hasta del portero Moisés Muñoz. Llegó el tiempo extra y el América le arrebató el título a los cementeros en tanda de penaltis. En ese partido “nació la madre de todas las cruzazuleadas”.
El cuadro cementero ha hecho todo un recorrido por las formas más inverosímiles de perder, cuando se supone que tiene todo a favor para vencer.
“Cuando se reiteran los fracasos, cuando vemos la meta muy cerca y no logramos el objetivo, lo relacionamos con el equipo que vive los actos fallidos, en este caso, el Cruz Azul”, señala el sociólogo José Miguel Candia.
Aquella serie por el título del Clausura 2013, no fue el único episodio en donde el América derrotó a los cruzazulinos de forma increíble y sorpresiva.
Apenas en el Apertura 2016, La Máquina ganaba a los emplumados 3-0. Las Águilas venían de haber sido derrotados por el Guadalajara, por lo que se vislumbraba un escenario similar.
Sin embargo, los americanistas resurgieron en el estadio Azul para llevarse el partido 4-3, con un gol agónico de Silvio Romero.
Fue una nueva versión de que el verbo “cruzazulear” tiene tinte amarillo y azul.
“Cuando se reiteran los fracasos, cuando vemos la meta muy cerca y no logramos el objetivo, lo relacionamos con el equipo que vive los actos fallidos, en este caso, el Cruz Azul”, señala el sociólogo José Miguel Candia.
Aquella serie por el título del Clausura 2013, no fue el único episodio en donde el América derrotó a los cruzazulinos de forma increíble y sorpresiva.
Apenas en el Apertura 2016, La Máquina ganaba a los emplumados 3-0. Las Águilas venían de haber sido derrotados por el Guadalajara, por lo que se vislumbraba un escenario similar.
Sin embargo, los americanistas resurgieron en el estadio Azul para llevarse el partido 4-3, con un gol agónico de Silvio Romero.
Fue una nueva versión de que el verbo “cruzazulear” tiene tinte amarillo y azul.