Más Información
SCJN determina que prohibir consumo de alimentos y bebidas en zonas exclusivas para fumar es ilegal tras análisis de amparo
INAI da recomendaciones para evitar robo de identidad y fraudes; pide ser cuidadoso en redes sociales
Leonardo Fernández
y Jesús Corona arruinaron la fiesta celeste en el estadio Nemesio Díez. El Cruz Azul repitió su dosis de “cruzazulear” y se quedó con un punto que pudieron ser tres. Un remate de larga distancia de Leo, al minuto 93, terminó en el tercer gol de los Diablos Rojos.
Un resultado llamativo de 3-3 entre escarlatas y cementeros. Fue el juego más emocionante de la Jornada 4, lleno de goles, atajadas, roces, penaltis, gritos de entrenadores, polémica arbitral y sufrimiento en los últimos minutos.
El Cruz Azul no pudo llevarse los tres puntos, complicados de sacar en un estadio Nemesio Díez. Fernández se los negó. El partido arrancó movido, con la anotación de Santiago Giménez, hijo del “Chaco”.
El delantero, de 18 años de edad, se estrenó como goleador en la Liga MX. El también conocido como “Chaquito”, apenas al minuto 2, empujó el esférico al fondo de las redes escarlatas, tras un mal rechace de Alfredo Talavera.
Al canterano celeste le costó 266 minutos y siete partidos, cuatro de ellos —contando éste— como titular para estrenarse en Primera División. Su padre, Christian “Chaco” Giménez, lo observó orgulloso desde las gradas del Nemesio Díez.
Pero el gusto duró poco, ya que los Diablos le dieron la vuelta con goles de Pedro Canelo (15’) y Leo Fernández (18’). Este último, dio la asistencia para la igualada, definió para el segundo y, antes del final, hizo el tercero. El uruguayo se mantiene como la figura mexiquense.
La Máquina no se desesperó, a pesar de que en tres minutos le dieron la vuelta en los cartones. Los cementeros buscaron huecos en la zaga escarlata. Fueron errores del Toluca que les abrió la oportunidad de meterse una vez más al partido.
Una mano irresponsable de William Da Silva provocó que el árbitro Fernando Hernández marcara penalti. Elías Hernández disparó y Alfredo Talavera atajó. Para la siguiente jugada, Javier Güemez jaló a Julio César Domínguez y el silbante no dudó en sentenciar otra pena máxima, ahora sí bien cobrada, pero por Jonathan Rodríguez (36’).
José Manuel de la Torre perdió el control. El entrenador de los Diablos gritó, maldijo y se sacudió por toda el área técnica. Los jueces de la Liga MX le provocan corajes cada fin de semana. Si el central estaba lejos, se quejaba con el abanderado. Si éste tampoco estaba al alcance, le rugía al cuarto árbitro.
Para la segunda parte, Kevin Escamilla sustituyó a Da Silva, quien se lesionó antes del descanso. Después de errar aquel penalti, Hernández se quitó la espina con el tercer gol del Cruz Azul. El extremo mandó un potente disparo raso, lejos del alcance de Tala.
Cuando parecía que el triunfo era para La Máquina, Fernández se quitó a dos defensas y sorprendió a Jesús Corona, quien solo se aventó para la fotografía.
Una cruzazuleada más.