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Al final, no hubo castigo para el Atlético de San Luis . Por lo menos, no por racismo .
La Comisión Disciplinaria decidió que no había pruebas para demostrar que Germán Berterame, del club potosino, ofendió de forma racista a Félix Torres, del Santos. “No existen elementos, ni se aportaron pruebas fehacientes, para imponer una sanción en contra del jugador Germán Berterame”, comunicó el organismo.
Pero esto no quiere decir que el futbol mexicano no se encuentre en estado de alerta por esta situación. El sociólogo José Miguel Candia advierte que estas posibles manifestaciones racistas deben ser tomadas muy en serio: “En términos comparativos con Ligas europeas o de Sudamérica, es te fenómeno no es tan acentuado, pero... Estos emergentes que aparecen esporádicamente deben ser tratados con el cuidado que se merece, porque tienden a generalizarse. Hay que estar alerta en estos temas. Ahora es muy residual, muy marginal, pero debemos estar alerta en este tema”.
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Es cierto; en México, los gritos racistas son “muchas veces tomados como sorna, con ironía”, pero —con más razón— hay que tomar medidas preventivas: “Aunque no se tenga una expresión racial muy virulenta, hay que apercibir al jugador, técnico, quien fuere, para que no haga estas manifestaciones. Todo debe ser tomado muy en serio”.
Qué mejor momento que este para reeducar al futbolista: “Somos muy propensos a decirle gordo al gordo, orejón al orejón, moreno al moreno; y al calor del partido, se nos van estas palabras, y no debe ocurrir. Las pláticas formativas a los jugadores serían muy sanas”.
Pero el Atlético de San Luis no se fue “limpio; al final, fue sancionado con tres mil UMAs (268 mil pesos) “derivado de la conducta impropia de sus empleados y/o acompañantes al insultar al cuerpo arbitral, encabezado por Adonai Escobedo.