Entre males musculares, distensiones, roturas y hasta tropezones por culpa de la cancha, el América tiene una temporada negra en cuestión de lesiones. Coapa es un verdadero hospital. Todo explotó el domingo, cuando —antes del juego contra Cruz Azul— Guillermo Ochoa salió lesionado, y durante el partido Emanuel Aguilera y Sebastián Cáceres también aquejaron diferentes dolencias.
Miguel Herrera,
técnico azulcrema, descartó culpar a sus preparadores físicos, y hasta responsabilizó a los entrenamientos de la Selección, por la baja de Ochoa. Lo real es que en América hay serios problemas físicos. ¿Qué está haciendo mal?
“La pandemia es el principal enemigo de todo esto”, señala Luis Bongiovani, preparador físico avecindado en México desde hace varios años. “Esto provocó que los futbolistas se entrenaran en casa y, al salir, resintieron el pasar de la caminadora al césped, y no sólo pasó en México; en la Bundesliga, en la primera jornada, hubo 12 lesionados”.
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Todo influye, “desde que es futbol, las cargas, la fisiología del jugador y hasta el estrés que vivimos”. Culpar a alguien en particular es más que imposible. “No es culpa del preparador físico, del director técnico o del médico. Lo que sí es que el jugador debe ser más profesional. Esto es como una mesa de tres patas: entrenamiento, alimentación y descanso; si falla una, la mesa se cae”.
El gran problema es que las Águilas ahora han perdido a su portero y símbolo de cuatro a seis semanas.
UN CALVARIO
Durante los más recientes torneos, el club sufre por muchas lesiones musculares:
- Guardianes 2020. Ha tenido 14 bajas, ocho por problemas de sobrecargas y tirones.
- Clausura 2020. Hubo siete lesionados, dos relacionados con problemas musculares.
- Apertura 2019. Seis bajas, la mitad por problemas como desgarres y sobrecargas.
- Clausura 2019. Seis lesiones, una muscular.
