El uruguayo Guillermo Almada, entrenador del Santos Laguna del futbol mexicano, aseveró este domingo que es un privilegio que el equipo tenga instalaciones que permiten guardar distancia entre jugadores en los entrenamientos.
"Con esta pandemia descubrimos que debemos dar pasos cortos pero seguros y la prioridad tiene que ser la salud de todos. Nuestras instalaciones son una bendición, tenemos un lugar privilegiado para entrenar, un complejo de cinco canchas que nos da espacio para separar a los futbolistas y no mezclarnos",
dijo a EFE.
Santos Laguna
, equipo del norte de México, fue el primero en destapar casos de jugadores contagiados por la COVID-19 en mayo pasado, cuando 15 de sus integrantes resultaron positivos, lo que aceleró la suspensión del torneo Clausura 2020.
"Tenemos un protocolo conjunto a la parte sanitaria del equipo y del gobierno. La primera medida era hacer las pruebas de coronavirus y cuando salieron los positivos fuimos transparentes, lo dimos a conocer de manera frontal, no lo ocultamos, todos fueron asintomáticos y gracias a Dios se han recuperado"
, reveló.
El propio Almada fue uno de los elementos del plantel que resultó positivo de la COVID-19 , lo cual el estratega no se explica.
"No tengo idea cómo habrá sido el contagio, estuve en casa, guardé la cuarentena a rajatabla porque mi mujer es médico y sabe las formas de llevar con cuidado las prevenciones. Aún así en mi hogar fui el único positivo, entonces creo que se resume a que esta enfermedad es traicionera"
, explicó.
Guillermo Almada
, de 54 años, acumula 29 partidos con Santos desde abril del 2019 que llegó a esta institución. Alcanzó los cuartos de final en el Apertura 2019 y ahora asegura que ha trabajado en lo mental con sus jugadores.
"Se han portado receptivos al trabajo. Aunque es un deporte colectivo, importa la intervención del técnico para hacerle creer cosas positivas a los jugadores en lo psicológico y mental. Si un futbolista tiene buenas condiciones, es fundamental que lo hagamos crecer, presentarle desafíos y provocar su desarrollo. En Santos he encontrado buena respuesta",
agregó.
Sin embargo, el técnico defendió el sistema del fútbol uruguayo en el que Almada fue jugador de 1985 a 2007 en equipos como Wanderers, Defensor y Fénix y a partir de 2009 dirigió al Tacuarembó y el River Plate.
"Se trabaja desde la adolescencia por la necesidad de salir al extranjero debido a las limitaciones económicas. Uruguay es un país exportador porque sus instituciones viven de las transferencias; ahí el fútbol es el deporte madre, cualquier niño desde los 3 años va a estar con la pelota pegada. Los futbolistas uruguayos son más ambiciosos por las dificultades que viven",
concluyó.