Era el momento justo para despertar, tanto para Pumas como para el Guadalajara. Pero ambos lo desperdiciaron y decepcionaron.
Empate a cero entre dos de los llamados grandes del futbol mexicano, que siguen de capa caída.
El estadio Olímpico Universitario lució vacío una vez más, mejor, porque por el espectáculo que se dió, hubiera sido un robo para la afición que hubiera asistido.
Pumas llegó a seis unidades, seguirá en los últimos lugares de la competencia y Chivas llegará a diez , y seguirá aferrándose a estar entre los primeros doce lugares de la competencia.
Juego de bipolaridad. Pumas dominó de inicio, movió el balón y retrasó a las Chivas a su campo. Su recompensa fue plantarse en dos ocasiones frente a Raúl Gudiño , que respondió de buena forma. No más. Chivas apenas tocó el área rival, tuvo vistas de lejos, nada más.
En la segunda parte, Víctor Vucetich modificó, le dio más amplitud al equipo, al fin pudo probar a Julio González, quién jugó por Alfredo Talavera.
Lo más peligroso del Rebaño fue jugando en largo, mal despeje del portero universitario, que lavó su error con un buen achique y cerca del final un mano a mano en el que Carlos Cisneros desperdició su disparo.
Chivas liga tres juegos sin perder. Suma, pero decepciona. Pumas también suma, ya no perdió, pero también decepciona.
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