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La fórmula de sufrimiento a la que le gusta recurrir Juan Reynoso , tiene el riesgo de que en ocasiones, no se tiene un final feliz. A veces el aguantar el resultado funciona, a veces hay un error y la victoria se escapa.
A
se le fue vivo el Monterrey , con el marcador a favor, gracias a un gol de Jonathan Rodríguez , la Máquina cedió demasiado la iniciativa, además de estar con diez hombres, y lo pagó con un gol de último minuto de Jesús Alvarado que echó todo el trabajo por la borda.
Por escasos minutos, los cementeros pudieron ligar su tercera victoria en fila, y al final se tuvieron que conformar con un empate que los deja en ocho puntos, por nueve de los regios, que con un poco más de tiempo en el reloj, pudieron hasta llevarse el triunfo. Y es que a veces sufrir, no es suficiente.
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Cruz Azul
aprendió la lección de aquel juego de la Concachampions y decidió desde el inicio del juego tomar posesión del ombligo del campo, de la media cancha, para tener dos opciones: recuperar en la salida y lanzar rápido a sus puntas, lo que propició jugadas de peligro como la de Jonathan Rodríguez , quien cruzó un disparo al cual Andrada reaccionó bien o la de “Pol” Fernández , quien quedó solo frente al marco rayado, pero su control no fue idóneo.
Monterrey
aprovechó que Cruz Azul se comió la cancha para jugar a sus espaldas, siendo Maxi Meza el que más intento, parándose en las narices de Andrés Gudiño , quien resolvió con un buen achique. Más allá de eso, mucha transpiración y poca inspiración de ambos lados.
Cansado de tanta traba en el juego, Juan Reynoso movió sus hombres, que no sus piezas, con la misma formación le dio entrada a Santiago Giménez , a lo que respondió Javier Aguirre con la entrada de Joel Campbell . Aún así el juego no se abría, no se rompía, tendría que venir un error para provocarlo y eso lo cometió el Monterrey .
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El ímpetu de Giménez hizo que Andrada fuera tras él e inocentemente empujarlo por la espalda, para que se marcara el penalti que Jonathan Rodríguez convirtió en gol (66’). Aguirre de inmediato metió a Duván Vergara y Cruz Azul se mentalizó en comenzar a sufrir.
Maxi, Funes Mori
y el mismo Duván comenzaron a presionar la cabaña cementera y a poner nervioso al joven Gudiño quien entregó una pelota en la salida, que no pudo definir Meza .
Para seguir con la costumbre de comerse las uñas, Ignacio Rivero se fue expulsado (86’), Cruz Azul jugó los últimos cuatro minutos, más el tiempo adicional, con diez hombres. Justo cuando se levantó el reloj con los seis minutos de agregado, se levantó también el canterano José Alvarado para de cabezazo empatar el duelo (90’)..