El barrista, el barra brava, ha sido una figura que poco a poco ha invadido y se ha apoderado del futbol mexicano .
¿Quiénes son estos personajes? ¿Cómo se manejan entre los pasillos del futbol mexicano?
¿Qué tan poderosos son que en estos momentos, podrían ocasionar la desaparición de un club de futbol, como el Querétaro ?
El barrista está más que ligado a la directiva de un club.
A veces, tiene más poder que algunos directivos, porque es quien mueve a las masas, a veces es quien decide que se quede o se vaya un director técnico, un jugador. A veces, y no es exageración, hasta el mismísimo dueño.
En México , el fenómeno de los barras ha crecido, desde que el Pachuca lo trajo en 1996, ha explotado y se ha ocultado, para decir que se ha controlado.
Lo que es una mentira.
Lo sucedido en Querétaro, durante el juego entre Gallos Blancos y el Atlas, es una muestra del poder de estos grupos, que se manejan de diversas formas.
El líder de la barra casi siempre es uno, y son quienes están en contacto con la directiva. A él es a quien se le dan los boletos, casi siempre a concesión, a veces gratis, para que haga su negocio y lo reparta entre sus seguidores. Cuando se trata de ir a comprar boletos a un estadio visitante, es quien va a adquirirlos, “a veces” compra de más, y los revende para su beneficio.
Es quien se encarga de alquilar los camiones, para ir a las diferentes plazas a apoyar a su equipo. Claro, él no viaja en el bus, él llega aparte, en auto, quizá en avión. Cuando las cosas van mal en el equipo, los directivos los utilizan para apretar a los futbolistas, al técnico, o en otros casos, utlilizan a su camarilla para que los jugadores los apoyen para ir a los estadios… Todo es por el bien del equipo. Y dentro del estadio, si es necesario, explotan sus pasiones, romper las reglas, las rejas y desatan su frustración ante quien tiene una camiseta diferente a ellos o canten diferente a ellos.
Esos son los barras.
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