La ausencia de Víctor Guzmán de la concentración del Guadalajara para el primer partido del Clausura 2020 no tiene nada que ver con problemas con Ricardo Peláez o cualquier otro miembro de la directiva, aunque sí tiene nerviosos a los dirigentes rojiblancos, quienes esperan que su refuerzo de lujo resuelva sus "problemas personales" a más tardar el miércoles de la siguiente semana para saber si contarán o no con él para la fecha dos del torneo.

Aún cuando no existe un distanciamiento con los directivos, se puede convertir en el primer gran golpe a las llamadas Súper Chivas .

Guzmán

se ausentó de los últimos entrenamientos del equipo antes del debut de está noche ante los Bravos del FC Juárez y no entró en la convocatoria; de inmediato, las especulaciones de un posible altercado con el cuerpo técnico o hasta con el director deportivo comenzaron a surgir, lo que no tiene que ver con la realidad del jugador.

El inicio de la siguiente semana será clave en lo que venga para Guzmán y su andar con el Guadalajara , que por lo pronto no tendrá a uno de sus principales fichajes para la presentación en casa ante si gente, que llenará el estadio Akron confiada de que el equipo sacara la primera victoria del torneo.

A Guzmán se le vio en la Barranca de Huentitán, muy cerca de donde vive, para tratar de mantenerse bien físicamente en espera de resolver los " problemas personales " que lo han alejado del equipo al que le costó entre 10 y 15 millones de dólares y que espera que resuelva esos inconvenientes para que se reincorpore al trabajo con normalidad.

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