León lo hizo ver muy fácil, quizá demasiado. Los pronóstico se cumplieron, es semifinalista al derrotar 2-0 a Puebla para un global de 3-2.
Ahora los esmeraldas esperarán al último de los cuatro mejores equipos que entre a la siguiente ronda. Si aspira a ser campeón debe de dar más, pero hoy, sigue siendo el favorito.
Sólo cuatro minutos le duró a Puebla el gusto detener la ventaja de 2-1 lograda en la ida. Ya a los cuatro, gracias a un autogol de Maximiliano Perg, el plan de Juan Reynoso se acabó sin siquiera empezar. Y León ya estaba en semifinales.
El golpe fue físico y psicológico, La Fiera acabó de golpe y porrazo con las ansias del equipo de La Franja, que llegó en plan de dar la sorpresa y lo único que consiguió fue sólo vivir 96 minutos de agonía.
No tenía nada que hacer.
Lee también: Árabes le mientan la madre al América
No es que bajaran los brazos, sino que sencillamente León se fue con alegría y confianza al frente, al saber que su poder había vuelto, que su futbol era lo suficientemente superior para avanzar.
Ángel Mena (28’) aumentó la ventaja, ahora para avanzar los camoteros debían anotar en dos ocasiones, lo que fue prácticamente imposible porque los Esmeraldas, hambrientos de demostrar su superioridad, no prestó el balón, siguió intentando crecer su diferencia.
Para colmo, George Corral se hizo expulsar (51’), el Puebla tenía que hacer la hazaña con diez hombres.
No hubo forma. No hubo con qué. Puebla llegó hasta donde sus fuerzas le dejó y León sigue en camino como líder del torneo, lo hizo ver muy fácil y hoy más que nunca, es el favorito al título.