, técnico interino del León, aceptó que hay amargura en el equipo por no clasificar a las finales, pero para él fueron momentos muy gratos el estar al frente del cuadro esmeralda.
“El no acceder a la Liguilla o el repechaje, siempre da amargura. Estoy agradecido con los jugadores, por como corrieron, jugaron. Hay que llorar la derrota y pensar en lo que viene. Hay que ser maduros, ser responsables y seguir”.
No quiso referirse a lo que pasó ate de su llegada, a lo que sucedió con Ariel Holan: “Yo hablo de los dos juegos en donde estuvimos al frente. Lo que pasó antes, es mejor no tocarlo”.
No sabe qué será de su futuro: “Estoy agradecido por el apoyo de la directiva. Han sido unos momentos muy felices de mi carrera. Seguiré preparándome, no sé que vaya a pasar, pero me siento un tipo muy afortunado”.