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Cuando Anthony Davis y LeBron James se felicitaron tras consumar la victoria de sus Lakers ante el Jazz para asegurar que la quinteta angelina sea el primer sembrado en la Conferencia Oeste rumbo a los playoffs de la NBA, también garantizaron luchar contra una estadística que históricamente ha pesado en la franquicia: levantar pocas veces el campeonato tras ser el mejor equipo del Oeste en la temporada regular.
En su brillante historia, los Lakers han terminado 34 veces en el primer puesto de su conferencia en campaña regular, pero sólo en 13 ocasiones levantaron el trofeo Larry O’Brien.
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Es decir, 21 veces fueron el equipo más ganador de la campaña regular en el Oeste, pero no pudieron coronarlo ganando el título de la NBA.
Las estrellas más brillantes de la historia de la franquicia sufrieron este revés, después de tener una sólida fase regular.
Kareem Abdul-Jabbar, por ejemplo, integró el roster de los Lakers en 11 campañas que terminaron como el mejor equipo de la conferencia, pero sólo en cinco de ellas levantó el título.
Lo mismo le pasaría a Earving Magic Johnson, quien fue fundamental en 10 temporadas en las que la organización terminó en el primer sitio del Oeste, pero sólo en la mitad de esas ocasiones obtuvieron el campeonato.
Shaquille O’Neal y Kobe Bryant tampoco pudieron tener una estadística positiva cuando ambos lideraron a los Lakers en el primer puesto del Oeste.
Shaq integró cuatro plantillas que al final de la campaña se colocaron como el mejor equipo de la conferencia, pero sólo pudo liderar a la franquicia a coronarse en dos ocasiones.
Por su parte, Bryant fue pilar del equipo en nueve temporadas que terminaron como el mejor sembrado del Oeste, pero sólo pudo coronar la campaña con el título cuatro veces.
Ahora es turno del Rey LeBron, quien llevó a la franquicia a ser el primer sembrado del Oeste al final de la temporada regular desde la campaña 2011-12. James, además, buscará ganar un título en su tercer equipo diferente.