Los dos astros del balompié mundial volvieron a encontrarse en una cancha, con el liderato del Grupo G de la Champions League como aderezo, y el juego estuvo muy lejos de ser parejo, gracias a la intensidad mostrada por la “Vecchia Signora” y la falta de ímpetu -además de futbol- acusada por los catalanes.
Con la ventaja que le daba saber que podía perder hasta 2-0, Ronald Koeman apostó por un esquema con mucha gente en el mediocampo, pero Andrea Pirlo lo sorprendió con un parado en el que las llegadas por las bandas fueron clave.
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--Los sudamericanos Alex Sandro (Brasil) y Juan Guillermo Cuadrado (Colombia) resultaron clave para que el ataque de la Juventus brillara, en especial “CR7”, quien arrancó como acompañante de Álvaro Morata en el ataque italiano, pero -a diferencia del español- se movía por todo el frente de ataque, en coordinación con el galés Aaron Ramsey. Se desempeñó por la izquierda en gran parte del cotejo, pero también apareció por la derecha y -sobre todo- detrás de Morata.
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–A diferencia de lo ocurrido con el portugués, a Messi le faltaron socios en la zona de volantes, porque a Pedri (izquierda), y especialmente a Trincao (derecha), el encuentro les quedó grande. El argentino nunca se ha caracterizado por ayudar en la recuperación de la pelota, pero tuvo que intentarlo en un par de ocasiones, ya que Miralem Pjanic y Frenkie de Jong requerían que alguien se sumara a la batalla que perdían con el brasileño Arthur y el estadounidense Weston McKennie.
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--Mientras Morata ofreció movilidad a la Juventus, lo que permitió a Cristiano ingresar al área sin marca en varias ocasiones, Antoine Griezmann tuvo otra gris actuación con los culés. El francés se vio sin ánimo, desconectado, completamente ajeno a lo poco que la “Pulga” generó, ya que tampoco fue capaz de retener la pelota para que el propio Messi, Pedri y Trincao arribaran al área.
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--Con el marcador 2-0 en su favor, Pirlo replegó a su equipo y apostó al contragolpe, arma adecuada para la velocidad de hombres como Ronaldo, Ramsey, Cuadrado Alex Sandro y hasta Morata. Desesperado, pero confundido, el Barcelona intentó empujar al adversario con más ganas que futbol, lo que fue capitalizado por los italianos, quienes generaron diversas opciones de gol en el marco defendido por Marc André ter-Stegen, mientras que Gianluigi Buffon tuvo una plácida noche.
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--Como ha sucedido recientemente, el futbol de Messi languideció conforme se acercó el silbatazo final. El dominio de la Juventus fue claro y no hubo forma de que el astro del Barcelona comandara un regreso, por lo que él mismo pareció darse por vencido durante los minutos finales.
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