Las tres derrotas consecutivas ya pesan sobre los hombros del timonel del Guadalajara, Matías Almeyda.
El argentino y las Chivas visitan esta noche a los Gallos Blancos del Querétero, con el objetivo de retomar el rumbo antes de que sea muy tarde.
Almeyda se encerró tres días con los jugadores rojiblancos. Los entrenamientos en Verde Valle fueron sin acceso a medios y ningún profesional o parte del cuerpo técnico han emitido una palabra.
La situación en el Rebaño Sagrado está tensa. No ganan ante su afición y en los partidos fuera de casa tampoco son dominantes, aunque en los tres cotejos lejos del estadio Akron han obtenido sus únicos cuatro puntos (victoria sobre Necaxa 3-1; empate en Toluca, 1-1) en el Clausura 2018.
Los tapatíos buscan nuevos resultados positivos en el Corregidora, donde acumulan cinco victorias en fila, en los últimos cuatro, simplemente ha recibido un gol.
Los números de Almeyda en el presente certamen y la relación con José Luis Higuera, CEO Grupo Omnilife Chivas, pueden ser un incentivo para un prematuro adiós del Pelado al mando del Rebaño.
El sudamericano insiste que el Guadalajara urge de un director deportivo. Jorge Vergara, propietario del club, y el mismo Higuera guardan silencio sobre el puesto vacante desde la salida de Jaime Ordiales, en 2016.
Los Gallos Blancos jugarán su propio duelo, con la mente enfocada en alejarse todavía más de la zona del descenso. Querétaro acumula un punto de nueve posibles en su casa, mismo inmueble que no ha gritado gol de su equipo.
Esta tarde juegan la fecha 7 del Clausura y apenas tienen regristados cuatro goles a favor, un par del chileno Edson Puch, uno de Camilo da Silva y otro de Erbin Trejo. Las decaídas Chivas serían su mejor objetivo para sumar goles y unidades.
