En el Guadalajara se cuidan hasta de su sombra, luego de que un grupo de animación nombró “ Banderazo de la exigencia ” al recibimiento en la Ciudad de México.
La directiva de las Chivas , que no encuentra escape a la crisis, ordenó que solamente los jugadores menos mediáticos tuvieran contacto con la fanaticada. Por eso, Oribe Peralta y Alan Pulido recibieron custodia especial en el aeropuerto capitalino.
Incluso, en la serenata del hotel de concentración, el staff rojiblanco retuvo a la mayoría del plantel en el lobby. Eligieron a hombres como Jesús Molina y Josecarlos van Rankin para la convivencia; al resto, lo regresaron a sus habitaciones.