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El comité de competencia de la NFL considerará la posibilidad de hacer que las llamadas de interferencia de pases sean revisadas, cuando los dueños de los equipos de la Liga discutan posibles cambios a las reglas, al término del Super Bowl LIII .
El resultado del juego del título de la NFC del domingo, entre los Rams de Los Ángeles y los Saints de Nueva Orleans (26-23), fue la última llamada de atanción.
Los réferis no marcaron una interferencia de pase. La jugada fue muy rápida y se percató hasta la repetición, en las pantallas del Mercedes-Benz Supedorme.
Si bien la no llamada no fue revisable, el vicepresidente senior de la NFL, según se informa, dijo al entrenador de los Saints, Sean Payton, que la penalización debió ser emitida.
El propio esquinero de los Rams , Nickell Robey-Coleman, admitió que cometió la sanción y le dijo a los reporteros: “Llegué muy rápido. Era interferencia, pensé que me la iban a marcar”.
Los Saints podrían haber tenido la oportunidad de correr fuera del reloj antes de intentar un gol de campo, si se hubiera llamado la interferencia de pase. En cambio, los Rams se montaron para regresar y aseguraron su lugar en el Super Bowl.
Aunque la NFL utiliza un sistema de repetición desde que se restableció en 1999, la Liga se ha negado a permitir que se revisen las penalidades subjetivas, como la interferencia del pase.
Cualquier cambio en las reglas debe ser aprobado por al menos 3/4 de los 32 dueños de la liga.