En Chivas
los últimos resultados negativos prendieron las alertas.
Ayer al término del partido de Copa contra Cimarrones, bajaron al vestidor José Luis Higuera y Amaury Vergara para encarar a los futbolistas a su fiel estilo, pero se llevaron la sorpresa que José Cardozo ya los estaba regañando fuertemente, lo que más parecía un montaje que una realidad, ya que antes de aparecer en escena el representante y empleado de Jorge Vergara y su hijo, los futbolistas estaban hablando muy fuerte con su entrenador haciéndole entender que no se sienten cómodos jugando con línea de tres centrales.
Lo mejor es que fue antes de que llegaran los directivos, porque a veces ni entienden tan complejos conceptos futbolísticos, o ¿si?