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La afrenta de Javier Aquino contra Cruz Azul, no quedó solo en los dimes y diretes en redes sociales, las cuales el ahora jugador de Tigres cerró o puso en estatutos de privado de inmediato al ver que las reacciones en su contra se polarizaron, con críticas que vinieron desde exfutbolistas, y claro de la afición cementera.
Aunque Robert Dante Siboldi amainó la tormenta que se le vino encima al jugador cuando minimizó sus palabras, se sabe que en su círculo más íntimo no están nada de acuerdo con el futbolista, que olvidó lo mucho que en sus inicios la institución cementera hizo por su familia y él.
En los tiempos en los que entrenaba en La Noria , era frecuente ver al hermano de Aquino acompañándolo y conviviendo con los futbolistas de la institución de la que ahora reniega, además de que también intentó ser futbolista, lo que claro no se le dio. Además sus padres, residentes de Oaxaca , fueron apoyados por la institución cementera durante el tiempo en que el futbolista se consolidada aguantando sus indisciplinas y al inicio su falta de compromiso.
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Se habla de que en Tigres están preparando al futbolista para que dé una declaración en donde se disculpe de sus dichos, tratando de limpiar su imagen, pero fuera de eso, lo que es verdad es que a Javier Aquino se le cerraron las puertas en La Noria, quizá su intención no era retirarse ahí, pero ahora, cuando los tiempos de fama pasen, deberá de voltear a otros lados cuando necesite seguir su carrera pos futbol.
