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Javier Aguirre
, entrenador del Leganés , opinó que seguirá creyendo en las opciones de salvación de su equipo mientras queden puntos en juego tras la derrota por 0-3 contra el Sevilla. Además, salió molesto a la conferencia de prensa por un curioso motivo.
"Mientras haya vida hay esperanza, tengo todavía fe inquebrantable en este grupo. Somos lo que somos, lo intentamos. No ha podido ser hoy. Pero mientras hayas opciones matemáticas, y mientras no las haya, el equipo seguirá peleando hasta el final", dijo.
"Desde la vuelta de la pandemia este probablemente haya sido nuestro partido menos destacado. Habíamos hecho cinco buenos partidos pero hoy creo que no estuvimos a ese nivel que veníamos mostrando. La losa cada vez pesa más y disfrutar el fútbol es difícil en esta postura. Intento quitarle presión a los jugadores y quiero que la responsabilidad caiga en mi", comentó.
El ‘ Vasco’ Aguirre señaló un curiosidad que le pasó antes del partido: “Estoy enfadado porque desapareció mi bolsa de comida, algún cabrón se la llevó, por lo demás estoy bien, buscaré que cenar en casa”.
En lo futbolístico reconoció el buen trabajo del rival: "Fueron superiores, les felicito y nosotros a seguir remando. Se agota el tiempo, estamos anímicamente golpeados. Pero somos profesionales y hasta el final hay que estirar nuestras posibilidades, yo no voy a permitir que nadie se relaje. Quien lo haga, no jugara".
"El equipo no ha bajado la guardia, no ha bajado los brazos, nadie se ha tirado del carro, tienen una conducta ejemplar. Me siento orgulloso del grupo de profesionales que tengo y tengo pena por ellos y por la afición porque no hemos podido encontrar dos o tres victorias. Ojalá seamos capaces de sumar en los cinco partidos que quedan el mayor número de puntos posibles", completó.
Asimismo envió un mensaje a los seguidores: "A la afición no me queda más que mandarle un mensaje de agradecimiento, no hay más palabras ni más gestos. Han estado a la altura de las circunstancias. Puedo prometerles que el equipo dará la cara hasta el final, si hay que jugar con jóvenes se juega con jóvenes".
"Matemáticamente estamos todavía vivos. Tenemos un equipo que compite, casi hago seis cambios de un partido a otro buscando soluciones. Nadie destaca por encima de nadie. Hay que pelear, correr y luchar. Ojalá estemos más finos en las dos áreas, nada más. Mañana trabajaremos, tenemos el viaje a Barcelona y hay que buscar salir de esta dinámica lo antes posible", concluyó.