Jack Warner, envuelto en el escándalo del FIFA Gate , reapareció en el escenario de la política como candidato del Partido Liberal Independiente (ILP, por sus siglas en inglés). Incluso, el exdirigente de la Concacaf aseguró que tiene pruebas de corrupción contra sus adversarios políticos de Trinidad & Tobago.
Sí, el hombre destituido de la Concacaf,que enfrenta acusaciones de recibir un soborno de 5 millones de dólares, para impulsar votos a favor de la sede mundialista de Qatar 2022, se alista para las elecciones de Lopinot /Bon Air West .
“Esta es una oportunidad para que escuche sus razones, para regresar a la política electoral y compartir un poco sobre su visión, objetivos y estrategias”, destacó un comunicado del ILP sobre Warner, quien más tarde hizo oficial su candidatura en una conferencia de prensa, en Arouca.
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En su encuentro con los medios de comunicación, Warner acusó a su rival, el Movimiento Nacional del Pueblo (PNM) de corrupción, irónico para alguien que la justicia de los Estados Unidos busca extraditar por el FIFA Gate.
“No, no lo he llevado a la policía (la evidencia), porque al final del día necesito mucho más que eso para llevarlo, sin embargo, lo que tengo es suficiente para mí. Np creo que sea prudente hacer eso. Que mi opinión se respete en esta etapa”, dijo.
El exdirigente de 77 años de edad, quien presume de una “labor ejemplar” por su gestión en Seguridad Nacional y en el Ministerio de Obras y Transportes, también admitió de acciones políticas del pasado y que lamenta en el presente, aunque en su discurso no mencionó nada sobre su gestión en la Concacaf.
“No hace falta decir que no se cumplió ninguna de las promesas del Dr. Rowley en los últimos cinco años, he observado que Trinidad & Tobago ha empeorado en lugar de mejorar (en por el crimen y la calidad de vida)…”.
Y así, en un discurrir de críticas contra el PNM, Warner trata de reactivarse como un líder político.