Alguien se equivocó en los protocolos antidopajes o alguien está mintiendo en cuanto al caso de Víctor Guzmán.

Expertos consultados por EL UNIVERSAL Deportes han señalado que el que un dopaje sea detactado cinco meses después, ”es algo extremadamente extraño”.

Muchos hablan que los resultados debieron llegar en mes y medio, “pero nosotros sabemos que pueden llegar mucho antes”.

Además, está la cuestión de que cuando el laboratorio detecta un resultado positivo adverso realiza un protocolo que muy pocas veces, o nunca cambia:

“De inmediato lo que se hace es reportarlo a la WADA (Agencia Mundial Antidopaje), que a su vez notifica a la FIFA, al jugador y al final a la Federación Mexicana de Futbol”.

Lo que viene para el futbolista será el acudir al laboratorio cubano para abrir la Prueba B y, en caso de ser positivo, vendrá el castigo, dependiendo de la sustancia que se haya encontrado.

Además de una sanción al Pocho, los castigos pueden llegar hasta el departamento médico del club, en este caso del Pachuca o hasta el mismo nutriólogo, pero todo esto se definirá cuando se dé a conocer cuál fue la sustancia que ingirió voluntaria o involuntariamente el futbolista nacido en Guadalajara pero desarrollado en el Pachuca y que vive el peor momento de su carrera.

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