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San Luis Potosí.— El pleito de Diego Armando Maradona, con aficionados del Atlético San Luis, no sólo exhibió el volátil temperamento del técnico argentino. También lo hizo con la Comisión Disciplinaria de la Federación Mexicana de Futbol y la disparidad con la que opera.
La Disciplinaria informó que abrió un Procedimiento de Investigación de Oficio contra el estratega de los Dorados, quien agredió física y verbalmente a seguidores potosinos tras perder la final del torneo de Ascenso.
Sin embargo, el órgano de la Femexfut no actuó con equidad; se fue por la fácil.
En los videos que se difundieron del Pelusa, en redes sociales, donde se muestra en plena bronca a la salida de un palco, también es evidente que Atlético San Luis no garantizó la seguridad para Diego Armando y el resto de la comitiva del conjunto sinaloense.
“¡Se la come, Maradona se la come!”, insulta, como varios en un reducido pasillo, una aficionada al argentino a corta distancia. Una de tantas agresiones frontales que hicieron explotar al ex futbolista y que inexplicablemente la Disciplinaria pasó por alto como el par de petardos que se lanzaron de la tribuna al campo.